una encontradita...

Venía corriendo hacia el despacho del Flich, tenía que encontrarlo rápidamente, y tenía que ser ahora. Corrí como bala, em deslizé, y me giré varias veces, esperando encontrar a Filch por los pasillos. Llegé a la desicion de buscarlo en su despacho. Un lugar horrible, apestoso, y feo, muy a la medida con el viejo decrepito. Entré como bolido en el despacho de Filch, la silla estaba volteada, y el respaldo me daba en la cara. Tomé aire en jadeos lentos, y pusé una mano en mi corazón.

-¡Filch! ¡La señora Norris...! ¡Un Hufflepuff! ¡Primer año! ¡Vomito!- Me dejé caer en la pared siguiente, y la silla dió vuelta. Uh...

Ese no era Filch.

Necesitaba entontrar a Sirius, necesitaba encontrar a Sirius, cuanto antes me deshiciese del reto que me había impueta Rose, mejor. Alguien me había contado que a Canuto lo había atrapado Filch. Si eso era cierto, Sirius debía de estar en el Despacho de Filch.
Llegué a la planta baja, bajando los escalones a toda prisa, corriendo como condenada, y a punto de darme de bruces contra el piso, al tropezar y perder el equilibrio. Me estaba acercando a donde se hallaba el despacho de Filch, sólo un poco más... al llegar, la puerta estaba abierta, y adentro no sólo estaba Sirius, si no también Rose. Genial, sencillamente fantástico. No sólo tenía que pedirle una cita a un merodeador, si no que, además, debía ser con público. Pero ya estaba allí, y no iba a ir hasta el Despacho de Filch a perder el tiempo. O no, eso no. Tomé aire. Aproveché de asesinar con la mirada a Rose, quien estaba empezando a darse cuenta de lo que iba a hacer (cumplir su reto).
-Sirius -dije decidida, no se cómo pero la voz me salió clara, no titubeé, y no estaba temblando- ¿quieres salir conmigo en la próxima salida a Hogsmade? -le pregunté sin perder tiempo. Ya todo estaba dicho, había pasado el reto de Rose... y lo peor que podía pasar era que Sirius se negase a salir conmigo.

Le sonreí complacida a Soph, sabía que era lo que haría. Ella cumpliría el reto, pero si Sirius aceptaba lo único que tenía que hacer era verificar el reto. Admito que me sorprendí cuando entró, y le pidió una cita a Canuto. Lo que diría debería romperle el ego a Canuto. Lastimosamente, iba a decirlo, lo había hecho otras veces, y no quería que Sirius (O talvez Soph) se ilusionaran, y luego se enterarn que fue por un reto mío. No, señor. Prefería que lastimaran al ego de Canuto, que al corazón de cualquiera de los dos.

-Espera, Querida, Sirius quiero que sepas que esto es un reto. Un reto puesto por mi, Ca...Sirius-Le miré sin verguenza, y me levanté del piso- Yo los acompañaré, si es que aceptas, Sirius, a la cita de Sophie, me conseguiré una cita-

La miré algo enojada. Me hubiese gustado esperar un poco más para decirle a Sirius que era un reto. Al menos si iba a quebrantar su ego, habría podido hacerlo yo... desde luego, el merodeador siempre me había parecido atractivo, pero jamás se me habría pasado por la cabeza citarme con él de no haber sido por el reto de Rose. Sabía que ella quería que Sirius supiese de un principio el por qué de la propuesta, para que ninguno se hiciera ideas equivocadas, pero ¿para qué tanto? Era completamente obvio que el popular y atractivo merodeador tenía citas más interesantes que yo, y probablemente ninguna era dos años menor que él ¿porque Sirius aceptaría salir conmigo? Ni siquiera me había puesto nerviosa, ni me sudaron las manos, ni se me aceleró el pulso ni nada, simplemente se lo pregunté como quien pregunta por el clima ¿que atractivo tendría eso para un merodeador? Ninguno.
-Bueno, esto... ¿ya me puedo ir?- pregunté. Que no me interesase Sirius no significaba que un rechazo no fuese a doler, de todas formas, tenía mejores cosas que hacer que quedarme allí y peligrar encontrarme con Filch, que quizá ya se hubiese enterado de la que le habíamos jugado Eli y yo a Madame Pince, y estuviese buscando a los culpables.

Miré con culpabilidad a Sophia. Sabía que debía de haberlo dicho ella pero al menos la culpa la tenía yo. Si sirius llegaba a enojarse, se enojaría conmigo. Recordaba todos los retos que me habían puesto, y en ninguno estaba Sirius, así que podía estar tranquila.

-No se, quizas debas esperar a que Sirius te responda. O puedes irte, y yo te paso la respuesta luego, lo que tu quieras, Soph-

Noté el dejo de culpabilidad en su voz. Yo sabía que ella no lo hacía de mala. Un reto era un reto, y era algo que tenía sabido y aceptado desde que acepté el reto. Sirius seguía impacible, aunque algo sorprendido, en el asiento de Filch, sin decir nada ¿qué demonios pensaba?
-No. -dije a Rose- creo... creo que me quedaré y, -hice una pausa, para dirigirme a Sirius- ¡Por las barbas de Merlín! Contéstame Sirius, que tengo clases en un rato más y quiero hacer un par de cosas antes de eso- le dije algo molesta.

Lo miré con ternura. Su ego estaba rompiendose pero si el sabía quien era el, yo daba por sentado que ya le había pasado varias veces. Pasé mi vista a Sophia, y miré que ella estaba un poco enojada. Les miré culpable.

-Lamento mucho romper tu ego pero sí, solo te ha invitado por una apuesta. Sirius, si aceptas tendré que ir yo con ustedes- Le dije con dulzura, como si fuera un niño. Aunque me imaginé que de niño no tuviera nada. Entonces sonreí pícaramente- Pero si quieren estar solos no me molesta- Sentí un dolor en mi cabeza- ¡Sophia! Yo solo decía. Además si vamos los tres, o si quieren que alguien vay conmigo, eh, podemos ir en plan de amigos- Les sugerí.

Miré arrepentida a Sophia. Era yo la que le había dicho el reto, y si Sirius no quería aceptar la cita era mi culpa, solo que esperaba que Sophia no se sintiera mal. Le sonreí a los chicos.

-No pasa nada ¿Cierto? Todo bien entre nosotros- Nadie me contesto- Esta bien, si me perdonan, ya que soy la causante de todo esto, estoy a su disposicion hasta que acabe el fin de semana- Entonces miré a Sirius, y Sophia, que me miraba con una sonrisa maliciosa- ¿Saben algo? Mejor, retiro lo dicho, todavía tengo muchos retos que cumplir. ¡No me sigas mirando asi! Me das miedo. Entonces, Sirius, ¿Que traes entre manos?-

Señalé con la cabeza los papeles que traía. Eran los papeles de Filch, admito que si yo hubiera estado en esa situación tambien hubiera estado buscando información relevante con la cual atormentar al viejo decrepito. Reí con ese pensamiento. Sirius se pusó cómodo, como si fuera a quedarse un tiempo ahí.

-Bien, ya que los dos lo buscabamos, y que Sophia nos buscaba a nosotros dos, ¿Porque no hablamos de algo?- Les dije- Oh, y Soy Rose, Rose Lauper, Sirius-

Le sonreí a Sirius. Había caballeros en el mundo todavía, esome hizó pensar en el incidente con Sophia, en la Sala de los Menesteres, mi abuelo siempre había sido un caballero.

-Encantada tambien, adorable caballero- Me reí- ¿Y bien? ¿De que hablamos?-

Los miré culpable, mientras Sophia se descargaba con Sirius, y me quitaba un poco de la culpa que servía solo para hacerme sentir más culpable. Aunque supongo que yo debería de haberme disculpad de nuevo, Sophia me calló con una mirada, y se fue. Miré culpable a Sirius, y me dejé caer a su lado.

-Realmente lo lamento, Sirius, es todo mi culpa, yo debería de irme con ella, lo siento demasiado. Yo debería de dejar de hacer eso. No puedo, ¿A que no sabes a que me retaron? 'Tienes que enamorar a un merodeador, y luego decirle que no es lo suficientemente bueno para ti'- Dije con amargura-Fue Emily, Greyback, últimamente me junto mucho con Slytherin's-

Le miré mal. Los prejuicios entre Gryffindor's y Slytherin's debería de haber acabado hace mucho tiempo, pero era por esas actitudes que no cambiabamos.

-No hables así de ellos, algunos me caen realmente bien, Severus Snape es realmente bueno, también Andromeda, y Luke, y tal vez Emily. Aunque no he hablado mucho con ellos. ¿Que haces abriendo el escritorio de Filch?-

Suspiré y le miré fijamente.-No lo creo, Sirius, Severus es casi mi mejor amigo. Sophia es Ravenclaw, pero creo que la tengo muy acaparada- Reí suavemente.

-¿Que cosas?- Comencé a rebuscar con Sirius, cuando me pinché una mano con un alfiler que me habia dejado un corte profundo- ¡Agh! ¡Estúpido Filch! ¡¿Pora que tenre un alfiler en un escritorio?! ¡Au!- Aullé mientras movía la mano desperadamente- ¡Agh! ¡Ayudame Sirus!-