darkness and you, Bellatrix Black
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darkness and you, Bellatrix Black
El cielo estaba oscuro, no existía presencia alguna del astro que iluminaba la noche. Como si de solo sentir la presencia del ser que se aproximaba, había arrancado del lugar. Envuelto en una túnica negra azabache me adentré entre la oscuridad de la noche, pasando por las frías penumbras del mundo mágico. Ese mundo el cual aborrecía, aquella sociedad en donde las escorias abundaban, aquellos indignos rastreros que se sometían frente a los demás y sus grandes corazones. Mis ojos brillaban con destellos de maldad, estaba atrasado a mi encuentro y lo tenía claro, si esa chica quería tener un buen lugar a mi lado debí esperar lo que fuese suficiente para verme aparecer. De camino me deshice de un par de sabandijas que sobraban, nada fuera de lo normal. Mi cabeza estaba cubierta por la capucha de mi envoltorio, con las sombras solo era posible ver mis labios. De forma llena de superioridad llegué a aquel lugar, Hogwarts y su bosque prohibido. Mi invitada me estaba esperando ansiosa, podía sentirlo en el aire y el aroma que emitía su piel. Al contrario de su fuerte personalidad y su aspecto alocado, su aroma era dulce como la miel, abrumadoramente agobiante e hipnotizante. Sonreí de medio lado cuando una silueta oscura apareció delante de mis ojos, me detuve un segundo antes de seguir avanzando. La contemplé y luego me acerqué a ella dejando un espacio entre ambos, carraspeé mi garganta. – Buenas noches querida Black – Saludé de forma tétricamente tranquila, no deseaba asustarla demasiado, eso quedaría para más adelante cuando sus verdaderos dotes salieran a la luz.
Lord Voldemort- Mensajes : 3
Fecha de inscripción : 07/07/2010
Re: darkness and you, Bellatrix Black
Aquella noche era la elegida. La noche que tanto había esperado y ansiado desde que tenía uso de razón al fin había llegado y no había momento más perfecto que aquel. Criada bajo los ideales de la limpieza de la sangre y la supremacía de los sangre pura, de carácter impulsivo, sardónico y arrogante esperé hasta que al fin cumplí los diecisiete años de edad y era libre de unirme al bando que deseara. No decepcionaría a mi familia, ni tampoco a mis propios ideales; me encontraba ahí para de cierta manera entregar todo lo que yo era a Él, a quien sería mí señor desde el momento en que me aceptara entre sus líneas, y lo haría.
Salí con la frente en alto y una sonrisa altiva en el rostro desde las mazmorras de Hogwarts hacía los jardines de este. Ningún alma merodeaba por los pasillos de aquel colegio, profesores, alumnos y fantasmas en sus respectivos lugares; antes de salir a los exteriores cubrí mi rostro con aquella capa confeccionada especialmente para la ocasión, de color negro y que demostraba la elegancia y perfección de quien la portaba. Ya era pasado de medianoche, la luna no hacía acto de presencia como si esta tuviese miedo y no quisiese ser testigo de aquella reunión concertada desde hacía un tiempo mientras que caminaba entre los arboles, ningún animal ni criatura presente mientras las hojas crujían bajo mis pies, mi respiración se mantenía normal, sin embargo sentía que los latidos de mi corazón aumentaban a medida que me acercaba hasta el punto de encuentro. Solté un ligero suspiro de ansiedad al llegar, sabía que aquel sentimiento no era digno en estos momentos, más no lo podía ocultar al pensar en lo poco que faltaba para que mi señor apareciera de las penumbras; Y así fue momentos después de mi llegada, su presencia lleno inmediatamente el corto espacio que nos separaba, llenando el ambiente de una atmosfera especial, nada se movía a nuestro alrededor y solo pude alzar la vista dejando que la capucha se deslizara por mis cabellos de un negro brillante dejando por completo mi rostro a la vista. Mis ojos brillaban demostrando la excitación que sentía en ese mismo instante, al fin podía contemplarlo a pesar de que su rostro estaba por completo cubierto, dejando solo a la vista sus labios que se curvaron de manera sutil, incliné mi rostro con mis manos en puños para así controlar las vibraciones de las cuales me estaba viendo envuelta al tenerlo enfrente mío, no causadas por miedo, sino más bien por el sentimiento de fascinación que me envolvía, que corría por mis venas - Buenas noches, mi señor- Lo saludé con voz suave, de manera sumisa pero con una sonrisa en mi rostro, pequeña, pero sonrisa al fin y al cabo.
Salí con la frente en alto y una sonrisa altiva en el rostro desde las mazmorras de Hogwarts hacía los jardines de este. Ningún alma merodeaba por los pasillos de aquel colegio, profesores, alumnos y fantasmas en sus respectivos lugares; antes de salir a los exteriores cubrí mi rostro con aquella capa confeccionada especialmente para la ocasión, de color negro y que demostraba la elegancia y perfección de quien la portaba. Ya era pasado de medianoche, la luna no hacía acto de presencia como si esta tuviese miedo y no quisiese ser testigo de aquella reunión concertada desde hacía un tiempo mientras que caminaba entre los arboles, ningún animal ni criatura presente mientras las hojas crujían bajo mis pies, mi respiración se mantenía normal, sin embargo sentía que los latidos de mi corazón aumentaban a medida que me acercaba hasta el punto de encuentro. Solté un ligero suspiro de ansiedad al llegar, sabía que aquel sentimiento no era digno en estos momentos, más no lo podía ocultar al pensar en lo poco que faltaba para que mi señor apareciera de las penumbras; Y así fue momentos después de mi llegada, su presencia lleno inmediatamente el corto espacio que nos separaba, llenando el ambiente de una atmosfera especial, nada se movía a nuestro alrededor y solo pude alzar la vista dejando que la capucha se deslizara por mis cabellos de un negro brillante dejando por completo mi rostro a la vista. Mis ojos brillaban demostrando la excitación que sentía en ese mismo instante, al fin podía contemplarlo a pesar de que su rostro estaba por completo cubierto, dejando solo a la vista sus labios que se curvaron de manera sutil, incliné mi rostro con mis manos en puños para así controlar las vibraciones de las cuales me estaba viendo envuelta al tenerlo enfrente mío, no causadas por miedo, sino más bien por el sentimiento de fascinación que me envolvía, que corría por mis venas - Buenas noches, mi señor- Lo saludé con voz suave, de manera sumisa pero con una sonrisa en mi rostro, pequeña, pero sonrisa al fin y al cabo.
Bellatrix Black- Mensajes : 2
Fecha de inscripción : 20/07/2010
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