¿Que rayos hago aqui? (Severus)

Crría por los pasillo. Tenía que llegar urgentemente a un baño, estaba cubierta de un asquerosa baba verde que sentí que se movía por mi cuerpo. Asqueroso. Necesitaba encontrar un baño, no me importaba cual fuera. Si era de prefectos, si era donde estab Myrtle, eso ahora no importaba. Me sentí profundamente agradecida cuando encontré la puerta de un baño. La abrí y me dirigí inmediatamentes a un lavamanos. Escuché un carraspeo detrás de mi, y me giré, asustada. Era solo Severus.

-Oh, hola Severus. ¿Es el baño de prefectos?-

Le pegé en el brzo. ¡Ridiculo! Aunque tenía que admitir que era un poco gracioso. Miré alrededor y me percaté de que Severus tenía razón. Era el baño de chicos, me ruboricé.

-No seas ridículo, solo que no me había percatado de que este era el baño de chicos, por si no me habías visto , necesitaba un baño-

-Oh, claro que si, querido. Tu eres ridiculo, sere yo la que estaba cubierta de baba, pero no era mi intencion entrar justamente cuando estas tú- Le miré, y me llevé las manos a la cabeza, y desordené mi cabello- Te repito, Sev, necesitaba un baño, y este era el que más cerca se encontraba-

Me dejé caer junto a el, y levanté mi cabeza, luego de unos segundos. Severus tenía una extraña mueca en la cara, y le sonreí
-¿Que querías que te viera o que?-

Por un momento me sentí ofendida, un pequeño momento que no se deje salir a la luz. Le sonreí cuando dijo que ensuciaría su camiseta, una broma. Aunque me reí más cuando dijo lo último.

-Yo tambien tengo cosas más importantes que hacer- dije despreocupada- ¿Te asedian demasiado no? Oí de Valentina Allen- Le dije burlona, y saqué mi varita de la mochila-¿Cual era el conjuro para limpiarme? Oh, y esto- Contesté señalando mi ropa- lo hizó un compañero-

Empapada. ¡A que gran amigo! Realmente Severus me impresionaba. Sacudí la cabeza cuando me dio a entender que no conocía a Valentina. ¡Ah los hombres...! Acepté la toalla que me ofrecía, y aunque tenía la ropa pegada al cuerpo, no estaba muy helada que digamos. Sacudí la cabeza, y mojé a Severus con el agua. Luego reí.

-Ahora estoy más limpia- Dijé después de secarme con la toalla-Pero voy a tener que esperame un poco para que mi ropa se sequé del todo. Mi cabello... ¡Espera un momento!- Rebusqué en mi mochila, y saqué un cepillo, tendía a cepillarme el cabello cuando estaba aburrida, un habito raro. Comencé a cepillarme el cabello, y le pasé a Severus una paleta de cajeta de las que había sacado con el cepillo- No te daré el gusto del nombre del idiota que hizó esto. ¡Y riete de una maldita vez, que me pones nerviosa!-

Le miré, un poco molesta a decir verdad, pero rápidamente sonreí de nuevo. No creí que averiguaría el nombre del que me había echado esa cosa en todo el cuerpo. Moví la cabeza ligeramente.

-No es una escusa, aunque me agrada tu compañia, sería un poco incómodo que alguien nos encontrara en esta situcion, y yo, no me averguenzo. Que alucine eres, ¡Poner carteles por todo Hogwarts!- Le dije con un destello de malicia en los ojos- Ni siquiera sí lo encontrarías, por cierto ¿Que es la recompensa? Aunque si, soy un poco suceptible, aunque quizás tu hayas malinterpretado mi contexto de nerviosismo-

Tantas cosas que explicar- Es tu risa, si, pero es que tus muecas me dan...-Rodé los ojos- risa- y Reí.

-Además la gente es demasiado malpensada en estos dias- Le sonreí- me preocupa un poco que puedan pensar de mi, no todo es agradable. Y me gusta tu compañia, Severus, eres una persona tranquila, con la que puedo charlar amenamente- Me encogí de hombros- Además tines que darme la mitad de la recompensa, ando un poco corta de dinero- Le guiñé un ojo, porque realmente no era muy pobre.

Le miré de nuevo, y sonreí. -Soy demasiado rara para el mundo- Reí- Si, deberían aprender a no meterse conmigo. Mi compañero me las pagará caro, no creas que lo dejaré escapar. Me las pagará el muy idiota- Bufé.

¿No era dinero la recompensa? Ah, podría parecer ambiciosa pero no me importaba mucho si no era dinero. ¿Que otra cosa me serviría? ¿Alguna poción? Podría fabricarla yo misma.-Entonces no es dinero... No me interesa. Que ambiciosa soné- Reí- ¿Tu querías estar en Slytherin, Severus?-

Reí- Si, si creo. No me importa mucho lo que sea la recompensa si no es dinero,-Me encogí de homrbos- Creo que cualquier otra cosa la puedo hacer yo, así que, ¿Que más necesitaría?-

Ssíré y saqué otra paleta de mi bolso- ¿Quieres una? Tengo Ranas de Chocolate, Paletas de cajeta, Varitas de Regaliz, Pastelitos de Calabaza, umm...- Rebusqué en mi bolso- Ah, no lo encuentro. ¡Accio libro!- A mis manos llegó un libro de Hogwarts- Es el único libro que traigo así que no es muy difícil saber cual libro es- Abrí el libro.- ¿De verdad querías estar en Slytherin? Yo no sabía, dejé que el sombrero decidiera en que casa, pero antes de seleccionarme tenía esperanza de quedar en Ravenclaw o Gryffindor-

Ah, ¡Que más quisiera yo! Mordisqueé un poco mi paleta, y le pasé una barra de chocolate a Severus. Dejé mi bolso a un lado, y miré que una página de mi libro se había mojado. Sonreí, con el ceño fruncido, al recordar otro hechizo. -Tergeo- Susurré, y el agua se borró de mi libro. Volví a sonreir, satisfecha de mis resultados.

-Si bien, al principio no me hizó mucha gracia. Pero me he acostumbrado a ser una Hufflepuff. Aunque siempre he dicho que ser una Hufflepuff no es razón para ser una santa. Todo eso de que los Hufflepuff's siempre somos buenos, y esas tonterías, siempre me han caído como una patada en el estomago- Me encogí de hombros- Todos, supongo, tenemos prejuicios sobre las casas ¿No crees? Sirius, y los demás, piensan que tu eres una mala compañia, pero, ¡Que va!, Tu me caes bien-Le sonreí.

¿Slytherin? ¿Yo? ¿Que yo hubiera querido ser Slytherin? ¡Por favor! ¡Tengo un padre y dos abuelos aurores! ¡Me matarían si yo quisiera quedar en Slytherin! No, claro que no. Moví la cabeza reprobatoriamente incluso antes de que terminara la pregunta. Entonces creyó que yo le había llamado Sirius. ¡Lo que podía hacer una coma!

Fruncí los labios.-¿Sabes lo que puede hacer una coma? En la Edad Media un hombre fue mandado a la horca porque el verdugo leyó mal el mensaje. Decía algo sobre que no debían matarlo. Pero, ya vez. Lo mataron.- Le dije.-Así que, ¡No se como creíste que podría confundirte con Sirius! Son totalmente diferentes.- Le reproché indignada, y tomé mi paleta de nuevo.-Y no, no quería entrar en Slytherin. Mi padre es auror, y fue un Gryffindor.-

-Oh, sí, ¡Que consuelo!- Dije sárcasticamente y reí.- Cuando los cerdos vuelen, no espera- Saqué mi libreta, y dibuje un burdo cerdo en la hoja. La arranqué y metí la libreta y la pluma en el bolso. Le di un toquecito a la hoja con la varita y al dibujo le salieron alas y se puso a volar por todo el cuarto de baño.- Yap- dije y me reí.

-No, no tendrás que matarme. Tal vez tropiece por las escaleras, nunca se sabe.-Sacudí la cabeza y sonreí- No sé, creo que mi padre se sentiría ultrajado si yo fuera Slytherin. Mamá no, ella no estudió aquí, pero seguro que no es ni Gryffindor ni Slytherin. ¿Y tus padres? ¿Ellos también fueron Slytherin?-