Escobas voladoras (James Potter)

Caminé lentamente hacia las gradas. Era un día ventoso y nublado e invitaba a quedarse junto a las chimeneas de la sala común, pero no me apetecía el estar dentro de la Gran masa caliente que eran los estudiantes de Hogwarts. Mis botas estaban un poco sucias con el césped y el lodo del estadio de Quidditch. Realmente esperaba que no comenzara a llover. Llevaba un libro en la mano, un libro muggle, para leer cómodamente en las gradas. Apreté más el libro contra mi chaleco cuando una brisa fría pasó. Alguien debería estar loco si se disponía a volar con este frío. Casi compadecía a los jugadores de Quidditch. Casi. Subí las gradas hasta encontrar un lugar cómodo y a mi gusto. Empecé a leer en voz alta.

'Y, sin embargo, ahí estaba ella, deslizandose como un fantasma en el oscuro bosque, para ir a encontrarse a escondidas con un hombre -Un misterioso, y posiblemente peligroso varón- al que solo hacia cinco días conocía.'

Escuche unas risas a mi lado. Rodé los ojos. Sabía que se estabn riendo de mi lectura. Volví a rodar los ojos y me volteé buscando al risueño más grande de Hogwarts.

Rodé los ojos. Pusé el señalador en la página en la que estaba. Compusé una sonrisa y señalé su escoba. -¿Bromeas cierto?- Repetí.- Este viento y tu no encuentras nada mejor que volar. Ni siquiera yo estoy tan loca. Aunque no sé tu... chico.

Le sonreí nuevamente, porque no sabía su nombre. Quizá yo era una antisocial (Que no lo creo posible), o el no salía mucho. Me incliné para tomar el bolso de un de las gradas, y metí el libro dentro. Me senté juntó a mi bolsó, y lo miré, sonriente. Tenía un uniforme de Quidditch rojo y dorado. Gryffindor. Su escoba era una de las nueva, las que recién habían salido al mercado. Estaba pulida, y no tenía ninguna ramita de por fuera. Musité débilmente un 'Obsesionado' y me arreglé el cabello.

-Es un libro, Sherlock, sobre Jane Austen. No creo que sepas quien es. Es ficción, espero. ¿Como te llamas?

¡Ah, si! ¡Ese chico Potter! Con razón me parecía conocido, era ese alborotador de Gryffindor. Junto con ese chico Black, ¿No? Y Lupin, si creo que los conocía. Creo que ya había hablado con ellos. -¡Naah! No creo que deban juzgar a la gente. Aunque si te dicen loco, por algo será ¿No?- Le guiñé un ojo, y sonreí cuando dijo que no le gustaba mucho leer o que los lanzaba en vez de leerlos.

Sacudí la cabeza y pusé una mueca de reproche.- Muy mal, Joven Potter, algún día vas a mandar a alguien a la enfermería.- Cuando vi su cara de no haber roto un plato en toda su vida, reí más fuerte de lo que había hecho antes. Había que admitir que el chico era gracioso. Escuché su ¿Y tu? y recordé que tampoco me había presentado. Si hubiera sido de esas chicas que se ruborizban, hubiera asegurado que James hubiera sonreíado cuando lo hiciera. Tenía ese aire de chulo saliendole por la piel.

Aclaré mi garganta un poco, y sonreí.- Rose, Rose Lauper, Hufflepuff.

-¿Yo? Nada- Sonreí. Sep. Probablemente seríamos un grupo muy grande. Sep. Casi todo el colegio, incluído Dumbledore, tal vez algunos Ravenclaw... No. No debía divagar en presencia de James. Mordí mi pulgar suavemente, y sonreí. Escuché tranquilamente lo que decía James, y pusé una mano en mi pecho, ofendida, cuando mencionó lo de McGonagall.- ¡Oye! ¡Que se que me veo mayor pero no es para tanto!- Sonreí. Reí un poco con lo de su blanco directo. ¿Quien sería? Que no fuese alguien de importancia...

-¡Vale! Que me atrapó la curiosidad. ¿Quien es?-Pregunté con el pulgar en la boca. Era una costumbre rara que había adoptado, fruto de ver un Anime y de haberme encariñado con el personaje más interesante, por así decirlo.
-No, James, nadie notaría que eres Gryffindor- Señalé su atavío con sarcasmo. Rojo y dorado. No era difícil el adivinarlo. -Eres... ¿Eres el buscador de Gryffindor, cierto? ¡A mi me encantaría ser cazadora! Tal vez el próximo año... ¿Que tal les va con Diggory? Escuché que el partido anterior Hufflepuff los masacró horriblemente.- Sonreí orgullosa- O quizás este exagerando un poco- Reí.