Let's fun { libre }

Era un hecho, ese día la luna llena se encontraba en su mayor resplandor, iluminaba fulgurantemente toda la oscura noche que intentaba extenderse delante de mis ojos. Caminé hasta el bosque prohibido en búsqueda de un lugar donde las densas tinieblas pudiesen envolverme, abrazarme de forma casi familiar. No eran las horas para que un estudiante anduviese fuera del castillo y mucho menos divagando por el bosque prohibido pero aquellas no eran cosas que llamaban mi atención. Es más que un hecho que entre más te prohíben algo, más ganas te dan de hacerlo.

Mi cabello castaño revoloteaba en el aire mientras avanzaba con paso despreocupado por el lugar, mi atención estaba siempre alerta pero mi mente se balanceaba por el gran infinito de mis pensamientos. Era luna llena y si yo no hubiese tomado aquella decisión que marcó mi vida, estaría aullando por todos lados en búsqueda de una presa para una criatura como la que sería. Pero me había negado a hacer una criatura más fuerte y dominante, había dicho que no a una oferta totalmente tentadora, había ignorado la sangre licántropa que había dentro de mi familiar.

Un suave suspiro se escapó de mis labios mientras jugaba con mi varita entre mis dedos, no había nada que en esos momentos llamase mi atención, nada que fuese interesante y divertido. Buscaba un poco de acción, adrenalina talvez e incluso travesuras por lo que me adentré más en el bosque sin importar lo que pudiese pasarme. Sabía que cualquier cosa que encontrase ahí despierto bajo la oscuridad, saldría dignamente como siempre de la situación. Era consciente que no debía estar ahí, no solo porque se prohibiera, si no que también porque era mi primer día en aquel colegio ¿Quién se daría cuenta de mi ausencia?... absolutamente nadie

Lo observaba de reojo mientras hablaba, seguía pensando que no debería estar cruzando palabra con una chica Hufflepuff pero me mentalicé en pasar por alto aquel detalle, de todas maneras no abrían prueba de ello. - Un gusto Rose - le respondí mientras al igual que ella alcé mi mirada hacia la luna. Lo sería tan diferente... pero no, aquel astro se inflaba delante de mis ojos sin causar ningún efecto en mi- En realidad es mi primer día e Hogwarts, solo buscaba algo divertido que hacer... - le dije sinceramente- Y como una de las primeras cosas que me prohibieron, fue lo primero que quise hacer - le encogiéndome de hombros - Tu qué hacías aquí? Si se puede saber... -le pregunté de la misma manera. Estaba sonando bastante amable, cosa que me sorprendió de misma.

Asentí suavemente con mi cabeza mientras escuchaba las palabras de Rose, no quería ser descortés debido a que era mi primer día y aunque me negase a aceptarlo, no quería ganarme enemigos tan tempranamente. Para eso estarían todos los demás días que seguirían. Su melodía se me hizo familiar, aquella suave melodía que tarareaba me recordó el sonido que emitía mi caja musical por lo que sonreí. – Sonó muy dulce- comenté refiriéndome a la canción, sin embargo no dije nada más dedicándome a pensar en algo que revoloteaba en mi mente – No deberías andar por estos lados sola, Rose – le recomendé de forma tranquila esperando que tomase en cuenta mis palabras – Podría pasarte algo… más aun en días como hoy, de luna llena – agregué con aires de misterio en mi voz. Era conocido por todo el mundo mágico que mi familia poseía sangre licantropa, cosa que Fenrir se había dedicado a vociferar para que todos conociesen nuestro pequeño secreto. Era por eso que en momentos como ese prefería presentarme solo con mi nombre, pasando por alto mi apellido… de todas formas, seguramente ella luego se enteraría.

Observé la luna que destellaba en medio del claro en donde nos encontrábamos, a pesar de la densidad del bosque en donde nos encontrábamos se podía ver con claridad el cielo azul petróleo que se extendía sobre nuestras cabezas. Pensé que el tema había comenzado y finalizado en mí, sin embargo la ilusa Hufflepuff prefirió basarse en mis palabras para agregar algo más. Era evidente que hablase en todo momento solo de licántropos me sorprendió notablemente, existían cientos de motivos que más por las cuales no debería estar por esos lugares sola, no solo por licántropos. A demás ¿Cómo sabía que estaba relacionada directamente con esas criaturas?

- Me parece interesante que tu primo sea licántropo – le comenté haciéndome la desentendida con el tema mientras la observaba de reojo con aires altivos casi imperceptibles. – Muy poético lo que has dicho, sin embargo existen cientos de criaturas que no querrían a alguien como tu aquí… los buenos sentimientos suelen ser atractivos para el gusto y ellos lo distinguen a kilómetros de distancia – comenté seriamente aunque le restaba importancia a mis palabras para que el tema no se colocase tan denso.