Oh! (libre)

La joven rubia estaba sentada en una pequeña escalera observando la gente pasar, a algunos le llamaba la atención su brillante cabellera por lo que le dirigían algunas miradas o simplemente era ignorada, como lo hacían la mayoría de los estudiantes que deambulaban de un lado para otro. Jugaba con un mechón de su cabello de forma distraída, era nueva por lo que no conocía a casi nadie en aquel lugar, solo a un par de su casa. ¿Todo podía ser tan aburrido? Dio un pequeño suspiro mientras clavaba su mirada en falda que le llegaba unos diez centímetros sobre las rodillas por lo que se dedicó a jugar con el borde de esta mientras esperaba que el tiempo pasase rápido…

Iba caminando por los pasillos muy aburrida.
No tenia nada que hacer.
Había acabado todo lo que tenia que hacer, para toda la semana y no savia que hacer.
Así que decidí irme a pasear por los pasillos del castillo.
Y así estoy. Paseando sin rumbo alguno.
Encontré a una chica sentada en una escalera sola.
-Hola! Soy Andromeda Black. Y tu quien eres?-Le pregunte mientras le tendía una mano y me sentaba a su lado.
________________________________________________________________________________________________________

Muy bien, gracias Nina. Pareces muy simpática, como es que estas sola? Eres nueva o algo asi?-No sabia muy bien que decir.- Y de que casa eres?-"Que no sea Gryffindor", pense.
La gente me miraba raro.
Llevaría la túnica al revés?
O iría con la túnica de Gryffindor por algún hechizo lanzado por algún gracioso?
-Oye, tu sabes por que la gente nos mira así?-Le pregunte con curiosidad.

Estaba aburrida, otra vez. Como siempre tuve que hacer algo diferenta para sacar el aburrimiento de mi persona. Así que haría algo tonto y luego saldría a dar vueltas por los pasillos... pero ¿qué podría hacer? Decidí, pensármelo un momento, y luego lo decidí. Me teñiría dos mechones (no muy grandes) del cabello de azul, y saldría a dar una vuelta. La verdad es que el aburrimiento no tenía buenos efectos en mí pero... ¿qué se le podía hacer? Desde luego, no usé tintura permanente. Salí a dar vuelta por los pasillos, donde no pasó mucho tiempo antes de que los chicos que deambulaban por allí (especialmente los Slytherin) empezaran a mirarme repetidas veces, a murmurar por lo bajo, o a soltar "discretas" risitas. Comenzó a bajar por una escalera. Al final, halló a una Hufflepuff que le daba la espalda, mientras miraba a una Slytherin, con la que debía de estar conversando, mientras que la Slytherin, a quién reconocí como Andrómeda, miraba su túnica repetidas veces con un gesto de preocupación. Entonces comprendí la situación. Miraban en dirección a la Hufflepuff y a Andrómeda muchas veces y Andrómeda pensó que las miraban a ellas. Pero me miraban a mí, y a mis dos mechones, perqueños, pero azules.
-No te preocupes Ada -le dije a ella, quién levantó la vista para encontrarse conmigo. Hice un gesto de "es obvio" al tiempo que señalaba mis mechones azules y le decía:- me miran a mí.